viernes, 30 de septiembre de 2016

MAYO FRANCÉS


UNA LUCHA QUE CONTINUARÁ

El movimiento de estudiantes que se llevó a cabo en los primeros días de Mayo de 1968 en Francia marcó un hito importante en la historia mundial. La rebelión de los universitarios, quienes se consideraban anticapitalistas, antiestalinistas y antifascistas, paralizó a su país en búsqueda de un cambio profundo en la sociedad. Es muy probable que nadie, ni el gobierno francés, ni los iniciadores de la protesta, hayan podido imaginarse que eso significó una apertura de mentes que dejó marcas en la historia para que esos ideales estén siempre presentes y sean generadoras de futuros cambios.

La protesta que llevaron a cabo aquellos estudiantes involucrados fue ideológica y artística, utilizando pancartas y graffitis llamativos e ingeniosos, como lo fue “Prohibido prohibir” uno de los lemas más populares del movimiento. Herbert Marcuse, uno de los intelectuales que participó en la causa, aseguró que los estudiantes se levantan contra todo su modo de vida, que rechazan las ventajas de esta sociedad como sus males, y que aspiran a un modo de vida radicalmente nuevo: a un mundo donde la competencia, la lucha de los individuos unos contra otros, el engaño, la crueldad, y la masacre ya no tengan razón de ser.

Los estudiantes que iniciaron el movimiento eran integrantes de la Universidad de Humanidades de Nanterre, pero no sólo de dicha universidad participaron del mismo, sino también de otras universidades.
Posteriormente contaron con el apoyo del movimiento obrero organizado, quien se sumó a los pedidos de los estudiantiles. Esta rebelión conmovió al Gobierno de Charles De Gaulle, quien parecía asentado sobre bases muy firmes pero que se vio obligado a plantearse interrogantes de cómo afrontar la situación.


Es así que mediante huelgas generales y marchas multitudinarias se comenzaron a instalar temáticas que en la actualidad son muy comunes, pero que hasta ese momento no eran consideradas dentro de la sociedad francesa, como por ejemplo el rol activo de la mujer a partir de la liberación femenina promovida por la participación de las mujeres en las sucesivas marchas y protestas, la defensa de la ecología y el medio ambiente, así como también buscaban terminar con los clasismos.

Los estudiantes invadieron el Barrio Latino, y en la noche del 3 al 4 de mayo las calles se llenaron de barricadas y enfrentamientos con la policía. Ante la persistencia de la agitación estudiantil, el 13 de mayo las grandes centrales sindicales llamaron a la huelga general bajo el lema "alto a la represión, libertad, democracia, viva la unión de obreros y estudiantes". Luego de prohibirse todas las manifestaciones y que los grupos de la extrema izquierda fueran disueltos por decreto, el 23 se celebraron las elecciones, resueltas con una clara derrota de la izquierda y el triunfo de los gaullistas y sus aliados.


La rebelión estudiantil y obrera no pudo lograr su objetivo ya que al no tener conducción política, se terminó disolviendo. Esta movilización tan grande no pudo lograr su fin pero sí consiguió ser el puntapié inicial para que las sociedades del mundo puedan luchar por mejoras y derechos. Tanta repercusión tuvo el Mayo francés, que impactó en Argentina con el llamado “Cordobazo”, en el que los obreros y los estudiantes se unieron en busca de mejores condiciones, en Estados Unidos con el Movimiento Hippie, el cual buscaba gestionar una nueva sociedad y también con la Primavera de Praga en Checoslovaquia, con intenciones de modificar aspectos totalitarios y burocráticos que el régimen soviético tenía en ese país promoviendo la libertad de prensa, de expresión y el derecho a la huelga.

Para muchos historiadores, el movimiento francés fracasó porque no logró su cometido, pero para las sociedades del mundo fue el comienzo de la lucha por sus derechos, sembrando una huella que perdura hasta la actualidad y que seguramente estará presente en las nuevas generaciones, para que puedan continuar esa lucha y puedan vivir en un mundo más igualitario.